Perrita tengo ganas de verte, quiero que me ayudes a poner una princesita oliendole el orto al cerdo. ::( No he podido conseguirme un minuto..tequiero. Soñe que estaba en un pueblo, eran solo puertas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian, decrepitas, no tenia importancia, algunos lugares vacios, en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y pavimentos quebrados que me dejo sin mi vieja camiseta, sabra Freud porque, se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues las telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar. -Metelo por debajo hijo!. Tras una voz acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Oscuridad, un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, me encuentro derrepente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, todos al alcance de mis pies, sin embargo el aire no ocupa su lugar habitual. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, derrepente, por un momento, mi mano derecha aplaudia a su izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal asfixiadas por mis dedos.
toc toc toc -Mateo!!
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante era devorada por la gravidez fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podia ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas sabra Don Pecueca con que pie.
Un pueblo onirico, puertas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian las horas, decrepitas, que mas da; algunos lugares vacios, cuartos en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical y paralelo, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y el pavimento inquieto que desgarro mi vieja camiseta; ¡vaya curiosidad!, sabra Freud porque. Se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues los hilos y telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar.
-Ese hilo va por debajo, hijo! Tras una voz arrugada, grave y acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Empapado de oscuridad. El puebo, talvez el mundo tiembla de miedo, me tropiezo con el suelo y un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad que ya no es mi paralela, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, el lugar y el tiempo enloquecen, como si un reloj usara sus manecillas para saltar del muro y correr; me encuentro de repente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, un caos a mis pies, sin embargo, el aire no ocupa su lugar habitual, es robado por el, de nuevo tu olor. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, mis pies caminando sobre aquellos brazos plagados por los hongos aun rojos y el humedo musgo, se burlaban indeferentes de la mutilacion de los arboles, ocasionalmente mi mano derecha aplaudia a la izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal asfixiadas por mis dedos.
Toc toc toc -Mateo es tarde!! grita una voz desgarradora , fria, que prefiere no parecer arrugada. Tan dulce como el mar.
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir burlando el tiempo, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante, era devorada por la gravidez, fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podria ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas, sabran criaturas bajo mi cama que pie se levanta primero para pisar el mismo charco, (otra vez huele a ti, tierra.)
jaja creo que este si es el ultimo.. pd: hoy tampoco me he podido conseguir un minuto :(, te quiero
Pesadilla de un pequeño titan llamado insomnio
Un pueblo onirico, puertas oniricas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian las horas, decrepitas, que mas da; algunos lugares vacios, cuartos en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical y paralelo, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y el pavimento inquieto que desgarro mi vieja camiseta; ¡vaya curiosidad!, sabra Freud porque. Se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues los hilos y telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar.
-Ese hilo va por debajo, hijo! Tras una voz arrugada, grave y acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Empapado de oscuridad. El pueblo, talvez el mundo tiembla de miedo, me tropiezo con el suelo y un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad que ya no es mi paralela, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, el lugar y el tiempo enloquecen, como si un reloj usara sus manecillas para saltar del muro y escapar; me encuentro de repente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, un caos a mis pies, sin embargo, el denso flujo de almas no ocupa su lugar habitual, es robado por el, de nuevo tu olor en el aire. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, mis pies asfixiaban aquellos brazos largos, plagados por el humedo musgo entre los secos poros y los hongos aun colorados del suelo, era mi brusca pecueca pisoteando de nuevo a la madre tierra, como si sedase con su olor su propio corazon, ocasionalmente mi mano derecha impregnada de una pecueca aun mas insoportable, aplaudia a la izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal aplastadas por mis palmas y atiborradas entre mis dedos.
Toc toc toc -Mateo es tarde!! grita una voz desgarradora , fria, que prefiere no parecer arrugada. Tan dulce como el mar.
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir burlando el tiempo, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante, era devorada por la gravidez, fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podria ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas, sabran criaturas bajo mi cama que pie se levanta primero para pisar el mismo charco.
Titú
Perrita tengo ganas de verte, quiero que me ayudes a poner una princesita oliendole el orto al cerdo. ::( No he podido conseguirme un minuto..tequiero.
ResponderEliminarSoñe que estaba en un pueblo, eran solo puertas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian, decrepitas, no tenia importancia, algunos lugares vacios, en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y pavimentos quebrados que me dejo sin mi vieja camiseta, sabra Freud porque, se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues las telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar.
-Metelo por debajo hijo!. Tras una voz acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Oscuridad, un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, me encuentro derrepente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, todos al alcance de mis pies, sin embargo el aire no ocupa su lugar habitual. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, derrepente, por un momento, mi mano derecha aplaudia a su izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal asfixiadas por mis dedos.
toc toc toc -Mateo!!
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante era devorada por la gravidez fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podia ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas sabra Don Pecueca con que pie.
hay varios errorsillos pero despues de lo de Freud va un punto, esque ese es fatal..adios, te quiero
ResponderEliminary supongo que es Doña Pecueca..
ResponderEliminar:) nunca llegare a inspirarme como ↑↑↑↑↑↑
ResponderEliminarPesadilla de un pequeño titan llamado insomnio
ResponderEliminarUn pueblo onirico, puertas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian las horas, decrepitas, que mas da; algunos lugares vacios, cuartos en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical y paralelo, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y el pavimento inquieto que desgarro mi vieja camiseta; ¡vaya curiosidad!, sabra Freud porque. Se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues los hilos y telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar.
-Ese hilo va por debajo, hijo! Tras una voz arrugada, grave y acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Empapado de oscuridad. El puebo, talvez el mundo tiembla de miedo, me tropiezo con el suelo y un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad que ya no es mi paralela, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, el lugar y el tiempo enloquecen, como si un reloj usara sus manecillas para saltar del muro y correr; me encuentro de repente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, un caos a mis pies, sin embargo, el aire no ocupa su lugar habitual, es robado por el, de nuevo tu olor. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, mis pies caminando sobre aquellos brazos plagados por los hongos aun rojos y el humedo musgo, se burlaban indeferentes de la mutilacion de los arboles, ocasionalmente mi mano derecha aplaudia a la izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal asfixiadas por mis dedos.
Toc toc toc -Mateo es tarde!! grita una voz desgarradora , fria, que prefiere no parecer arrugada. Tan dulce como el mar.
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir burlando el tiempo, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante, era devorada por la gravidez, fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podria ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas, sabran criaturas bajo mi cama que pie se levanta primero para pisar el mismo charco, (otra vez huele a ti, tierra.)
jaja creo que este si es el ultimo..
ResponderEliminarpd: hoy tampoco me he podido conseguir un minuto :(, te quiero
Pesadilla de un pequeño titan llamado insomnio
Un pueblo onirico, puertas oniricas y caminos que conducian a tiendas en donde viejas mujeres tejian las horas, decrepitas, que mas da; algunos lugares vacios, cuartos en donde las paredes sudaban por el frio y los rincones se empapaban de oscuridad, algun rayo de luz, intenso pero no cegador, vertical y paralelo, si no me habia caido aun por un reboloteo de piedras y el pavimento inquieto que desgarro mi vieja camiseta; ¡vaya curiosidad!, sabra Freud porque. Se me perdieron todas las manillas que habia hecho en un cuarto descolorido pues los hilos y telas que le colgaban sobre sus muros sin ya mucha cal, pintaban el lugar.
-Ese hilo va por debajo, hijo! Tras una voz arrugada, grave y acogedora, un pensamiento, tras este, mis manos trenzando costales asperos, tu olor en el ambiente.
Empapado de oscuridad. El pueblo, talvez el mundo tiembla de miedo, me tropiezo con el suelo y un reflejo en mi pupila pilla la gloriosa verticalidad que ya no es mi paralela, impaciente corre por las paredes sin hallar sosiego, el lugar y el tiempo enloquecen, como si un reloj usara sus manecillas para saltar del muro y escapar; me encuentro de repente entre brazos marrones y espesos bellos verdes, un caos a mis pies, sin embargo, el denso flujo de almas no ocupa su lugar habitual, es robado por el, de nuevo tu olor en el aire. Buscando mis manillas mas preocupado que desconcertado me siento solo, y ya me rasga el alma cualquier brujula cerebral o instinto natural, mis pies asfixiaban aquellos brazos largos, plagados por el humedo musgo entre los secos poros y los hongos aun colorados del suelo, era mi brusca pecueca pisoteando de nuevo a la madre tierra, como si sedase con su olor su propio corazon, ocasionalmente mi mano derecha impregnada de una pecueca aun mas insoportable, aplaudia a la izquierda por cada manilla que le volvia y esta no sabia como agradecerle sin rayar con el narcisismo, eran ya la totalidad de las trenzas de costal aplastadas por mis palmas y atiborradas entre mis dedos.
Toc toc toc -Mateo es tarde!! grita una voz desgarradora , fria, que prefiere no parecer arrugada. Tan dulce como el mar.
Todo se paraliza, es un momento desalentador, el sueño es otra ves una realidad bicefala, en el dia sueño con ser astronauta, en la noche sueño que cae la luna.
Es el momento mas jodido y mistico del trance, tienes entonces, la posibilidad de despertar o seguir burlando el tiempo, y asi fue, la pulsera amarilla con rayas cafes, como una abeja caminante, era devorada por la gravidez, fue entonces cuando entendi la razon por la cual no podria ser un hombre volador.
Me aferre por un momento a mis sabanas, de golpe, las mande al carajo, y empece otro dia mas, sabran criaturas bajo mi cama que pie se levanta primero para pisar el mismo charco.
Otra vez huele a ti, humo que llora la tierra.