lunes, 15 de febrero de 2010

- ¡Que tengas cuidado!
Un rasguño de su lengua podría dejarte acostado entre nubes y espejos, entre los más divinos gemidos y castigos del universo, dentro de un cráneo putrefacto con un aroma a flores mordidas.
Calma, podrás tener un lindo viaje entre sus sesos, sólo si guardas tus ojos entre suaves palpitaciones de hojas secas.

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